Os transcribo el relato del compañero Alfredo Mirat del fin de semana.
Con la ilusión “casi intacta”, pese al desencanto que sufrimos el año pasado a cuenta de la invasión de olivas y frutales que nos encontramos en la zona que habitualmente visitamos desde hace varios años (ZEPA-ZEC “Vegas y dehesas del Ruecas, Cubilar y Moheda Alta”) y sus alrededores. Hoy volvemos a Extremadura para disfrutar de la invernada de las grullas.
El objetivo no es otro que pasar un par de días disfrutando de la fauna que albergan estas inmensas y maravillosas dehesas extremeñas, que afortunadamente todavía podemos encontrarlas en buena parte de esta Comunidad, y que de momento… ahí están, no sabemos si por mucho tiempo, porque puede que aparezca alguno de estos “iluminaos” que ahora los hay como las setas en otoño y se le ocurra poner una plantación de cocoteros en plena dehesa. Lamentablemente como dice el amigo Manolo Gómez Calzado, no corren buenos tiempos para las grullas Extremeñas, ni para otras muchas especies habituales de estas tierras. Pero lo más lamentable, es que las perspectivas de futuro no parece que apunten a tiempos mejores. Es evidente que todas las medidas de protección creadas para salvaguardar la fauna y la flora de esta Comunidad, de momento sirven para poco o más bien para nada y lo que prima son los intereses de unos pocos, respaldadados por el “interés de otros pocos”, bastante más peligrosos. Pero por mucho que se empeñen estos “otros pocos” en cargarse parte de esta emblemática Extremadura, a nosotros no nos van a quitar la ilusión de volver el año que viene para seguir disfrutando de la invernada de las grullas que aun decidan volver por estas tierras.
El sábado día 26 de enero. Siguiendo las recomendaciones de expertos grulleros de la zona iniciamos la jornada por una ruta no habitual en años anteriores y pronto empezamos a ver los primeros grupitos de Grullas.
Lo siguiente
en aparecer fueron varios grupos de Moritos
contabilizando más de 100 individuos y como es una especie poco conocida por nosotros los dedicamos un tiempo importante.
Continuamos de camino hacia un pequeño embalse que nos habían recomendado visitar, este es un recorrido bastante propicio para ver Limícolas pero no tuvimos suerte, lo que sí localizamos fue un grupo de 7 Espátulas bastante alejadas de la carretera. Un poco más adelante dimos con unos 50 Alcaravanes.
Y poco a poco llegamos al embalse. En este pequeño embalse de reciente construcción, sí que pasamos un buen rato. Todo el centro del pantano estaba lleno de Patos cucharas,
unos 2000, también había algunos Porrones comunes, Ánades azulones, dos Gansos del Nilo, varios Ánsares comunes, Somormujos, muchos Cormoranes, Fochas, Zampullines comunes y cuellirrojo, Gaviotas reidoras y sombrías, y posiblemente me deje algunas cosas. Con todo lo del embalse ya controlado comimos y continuamos hacia otra zona que nos habían aconsejado para ver un dormidero de grullas. De camino al dormidero levantamos un grupito de unas 10 Gangas ortegas y antes de situarnos en el posible dormidero, que son unas tablas de arroz, hicimos un pequeño recorrido por la zona, donde vimos 3 Cigüeñas negras, Andarríos chico, Andarríos grande, Agachadiza común, Garceta común y Garceta grande, Avefrías y algunos otros limícolas que no fuimos capaces de identificar por estar bastante lejos. Ya apostados en el posible dormidero, vimos pasar miles de grullas, un grupo tras otro a bastante distancia de donde nos encontrábamos pero lamentablemente no en dirección al dormidero donde estábamos situados. Justo por donde estábamos sí que pasaron en distintos grupos cientos de Garcillas bueyeras, pero las grullas no llegaron al dormidero que nos habían recomendado y las pocas que llegaron lo hicieron totalmente de noche y solo pudimos oírlas. Con el día finalizado, que por cierto nos hizo un dia maravilloso, pusimos rumbo a cenar y a dormir.
La jornada del domingo nos despertó con una cerrada niebla que impedía ver más allá de 20 m. por lo que tuvimos que esperar hasta las la 10 de la mañana que empezó a levantar la niebla y pudimos iniciar la jornada. Empezamos por una zona de avutardas que antes podían verse en grandes grupos, pero hoy lo único que se puede ver son grandes extensiones de olivos y lo único que hoy hemos visto han sido 10 Avutardas
en dos grupitos, está claro que las olivas están haciendo estragos en muchas especies. El siguiente objetivo era visitar algunos embalses y de camino a uno de ellos pasamos por unas tablas de arroz donde localizamos un grupo de unas 30 Agujas colinegras
mezcladas con cientos de Gaviotas en su mayoría reidoras y muchas garcillas bueyeras, también mucha Garza real, Garceta grande, Garceta común,
aunque lejos, vimos un Archibebe oscuro metido entre las gaviotas. En el primer pantano que visitamos había poco que ver y pusimos rumbo al siguiente, durante el recorrido se vieron cantidad de grullas, Un Águila real algunos Buitres leonados, Buitre negro, Cernícalo común, Milano real, Busardo Ratonero
y los clásicos pajaritos de la dehesa. Pero lo que no fuimos capaces de localizar fue el “Elanio azul”. Esta es otra de las especies que están sufriendo el síndrome de las olivas y cada vez cuesta más trabajo verlos. Legados al siguiente embalse el viento empezaba a soplar con fuerza y poco había que contar en este embalse, un grupo de Ánades azulones y poco más y como el reloj marcaba las 14.30h nos pusimos al resguardo de unos edificios junto al muro de la presa y
preparamos unas viandas que sirvieron como la comida del día. Entre bocado y bocado, descubrimos a un Águila pescadora
posada en uno de los árboles secos que hay en la cola del embalse, que por cierto también estaba haciendo lo mismo que nosotros, pero ella lo que se comía era un pez. Terminada la comida emprendimos el viaje de vuelta a casa con el recuerdo de haber contabilizado 69 especies diferentes de aves vistas y sobre todo el haber pasado un par de días cargados de lances pajareros compartidos por cuatro buenos amigos.
Os transcribo el relato del compañero Alfredo Mirat del fin de semana.
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